Construcción y sostenibilidad, juntas por el medio ambiente

Ya no cabe duda de que el gran reto de las empresas de construcción es superar, en cualquiera de sus tipologías, siga siendo fundamentalmente el empleo de materiales de construcción de bajo impacto ambiental. Dado que son estos los que más repercuten sobre el medio natural, sin descartar otros impactos relacionados con el consumo de energía o los residuos.

Concretamente hablando, el sector de la construcción en Europa representa el 40% del consumo total de energía,  produce un 35% de las emisiones de efecto invernadero, un tercio del consumo de agua y un tercio de los residuos generados. Por ello, es imprescindible actuar para reducir estos datos.

Es cierto que el procesado de materias primas y la fabricación de los materiales generan un alto coste energético y un elevado impacto medioambiental. Con todo, no resulta fácil cambiar el sistema actual de construcción, donde las prioridades de reciclaje, reutilización y recuperación de materiales suponen un incremento de los costes y contar con una serie de características que no todas las empresas están capacitadas para llevar a cabo.

Sin embargo, también es una realidad que las empresas de la construcción debemos considerar esta preocupante realidad ambiental y tomar conciencia de ello. En Constructora Rey nuestra filosofía de empresa se rige por valores medioambientales, de respeto al entorno que nos rodea y de concienciación de intentar minimizar lo máximo posible el impacto en el medio ambiente.

Iniciativas para minimizar el impacto de la construcción en el medio ambiente

En materia de desarrollo sostenible, la UE establece el Sexto Programa de Acción en materia de Medio Ambiente, “hacia una estrategia temática sobre el medio ambiente urbano”.  En este programa, se contemplan cuatro ejes temáticos esenciales: la gestión urbana sostenible, el transporte urbano sostenible, la construcción sostenible y el urbanismo sostenible.

Concretamente en relación a la construcción sostenible, la Comisión Europea propone el desarrollo de una metodología común para evaluar la sostenibilidad global de los edificios y del entorno construido, que incluirá indicadores de costes durante el ciclo de vida útil, así como la adopción de medidas complementarias en orden a establecer tanto las nuevas exigencias de eficiencia medioambiental de carácter no energético, como el etiquetado medioambiental de los materiales de construcción.

Si nos centramos en España, los grandes retos del sector de la construcción en el futuro más próximo, son la Estrategia 2020: reducir un 20% menos las emisiones de gases de efecto invernadero (respecto a los datos de 1990), de energías renovables e incrementar también la eficiencia energética. Al tiempo, cumplir la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (2010/31/EC) para la implantación en 2020 de los llamados edificios de consumo de energía casi nulo NZEB (Near Zero Energy Building). A 31 de diciembre de 2020 todos los edificios nuevos serán edificios de consumo de energía casi nulo, aunque ya a partir del 31 de diciembre de 2018 se aplica a los edificios nuevos propiedad de las autoridades públicas y que están ocupados por ellas.