La gran mayoría de obras civiles utilizan estructuras de hormigón como material de base para la construcción de diferentes obras.
De esta manera, el hormigón es un material de construcción de amplio uso: en el área de aguas los sistemas de almacenamiento, conducción y tratamiento de aguas ya sea potable, industrial o sanitaria; en la construcción de obras de estabilización de laderas, puentes y obras de arte menores como ser cunetas o bordillos.
Así pues, también es común el uso de pavimentos rígidos cuyo material base es el hormigón y en el área de estructuras se tienen una gran cantidad de edificaciones hechas en hormigón, desde viviendas de uno o dos pisos hasta edificaciones de gran altura.
El hormigón es un material de bajo precio respecto al acero, de resistencia similar o mayor a la del ladrillo, que brinda la posibilidad de construir elementos de casi cualquier forma.
Es un material compuesto formado por un tipo de aglomerado: cemento de tipo Portland mezclado con agua. A esta combinación también hay que añadirle diversos agregados como, por ejemplo, grava y arena, además de otros aditivos específicos.
El hormigón es el material más usado e imprescindible en la construcción
Una estructura de hormigón ha de ser capaz de soportar el peso de todos los componentes del propio edificio. Pero, además, ha de soportar otras muchas cargas que han de ser calculadas por los arquitectos e ingenieros que diseñan la construcción en un primer momento. Por ejemplo, deberán soportar los fenómenos naturales. Incluso habría que mencionar a los terremotos, sobre todo en aquellos lugares con especial actividad sísmica. El uso y la actividad para la que vaya a ser construido el edificio también deben ser contemplados.
El hormigón sin duda, es un material versátil, que con la maquinaria para construcción adecuada para su preparación, mezclado y aplicación, ofrece diferentes usos y acabados.