El primer consejo que podemos dar acerca de pintar el exterior de una casa es elegir la pintura adecuada. Existen diversas opciones, como las pinturas vinílicas, las de pliolite o las pinturas plásticas. Sigue leyendo para conocer las principales características de cada una.
Y no menos importante que seleccionar el tipo de pintura que mejor se adapta a tus necesidades, está la elección del color que más te motive. Así, frente al clásico color blanco, verás que existen alternativas menos convencionales con muchos atractivos. Las exploraremos en la segunda parte de este artículo.
A continuación vamos a ver al detalle los tipos de pintura que, a nuestro juicio, son las más demandadas para pintar el exterior de una casa. Nos centraremos en:
Las pinturas acrílicas y vinílicas tienen en común que ambas resisten bien el agua, ofrecen un secado rápido y son fáciles de limpiar. También son prácticamente inodoras. Sin embargo, las similitudes terminan aquí.
La pintura acrílica tiene la ventaja de que es más versátil, pudiendo usarse en distintos tipos de superficies, incluidos metal y madera. Sin embargo, la vinílica presenta una mayor resistencia al sol y los cambios de temperatura, lo que la hace más adecuada para pintar el exterior de una casa.
Por lo tanto, aunque ambos tipos de pintura ofrecen buenos resultados sin son expuestas a la intemperie, las vinílicas que ofrecen mayor grado de protección en estos ambientes. Además, aunque resultan más caras, también están disponibles en una mayor gama de colores.
Este tipo de pinturas se basan en un tipo de resina similar al caucho sintético. Se caracterizan por su gran resistencia al agua, la alcalinidad y salinidad, al sol, a climas secos y cualquier tipo de inclemencias extremas. Además, son al mismo tiempo impermeables y transpirables.
Pero si por algo destacan es por su enorme durabilidad y fortaleza frente a la degradación. De hecho, ofrecen una garantía media de 13 años. Otro aspecto a su favor es que debido a su potente capacidad de adherencia no suelen necesitar imprimación previa.
Las pinturas de resina de silicona pasan por ser una elección excelente para casas construidas en climas húmedos. El motivo es que crean una película microporosa sobre la superficie que repele el agua.
Aparte de pintura como tal, disponible en distintos colores, también la puedes encontrar transparente. Gracias a esta propiedad se puede usar como aislante hidrófugo incoloro, ideal para proteger muros de ladrillos, piedra u hormigón respetando su coloración original.
Por lo tanto, se trata de una opción muy a tener en cuenta para evitar la aparición de manchas de humedad, hongos, hollín y polvo.
Si lo que necesitas es pintar el exterior de tu casa con un producto que recubra grietas y porosidades, esa es la característica principal de las pinturas elásticas. También se conocen como pinturas elastoméricas, y sus propiedades elásticas provienen de los polímeros que las componen.
Por supuesto, también protegen de la lluvia y la abrasión, y son válidas para aplicar sobre yesos, hormigones, ladrillos y estucos. Asimismo, las pinturas elásticas resultan bastante económicas.
Eso sí, aunque son versátiles, no son la mejor opción para condiciones demasiado extremas. Pero pintar el exterior de una casa con ellas provee excelentes resultados en climas suaves.
Pintar el exterior de una casa con pinturas de silicato, o al silicato, otorga propiedades hidrófugas y buena durabilidad. Se suelen utilizar en edificios históricos y casas antiguas tanto para proteger como conservar la apariencia original de este tipo de construcciones.
Su grado de adherencia en superficies de ladrillo u hormigón es igualmente destacable. Esta capacidad de fijación se debe a su base mineral y el aglutinante que incluyen, llamado silicato potásico. Su resistencia a la contaminación también es buena.
Más allá de los colores tradicionales, debes saber que existe un mundo de colores ahí fuera. Salirte de lo establecido y elegir un color exótico para pintar el exterior de tu casa puede darte buenos resultados si lo haces con cierto sentido de la estética. Y, por supuesto, si no te da miedo arriesgarte, puedes mejorar de manera considerable el atractivo de tu casa y deslumbrar a tus vecinos.