
Pasos a seguir para construir una vivienda
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09/11/2018Ya está aquí el frío y las calefacciones empiezan a ponerse en marcha. A estas alturas se debería tener todo listo para comenzar a calentar el hogar, sin embargo, siempre hay algún hogar que se ha quedado atrás. Si estás pensando en llevar a cabo una reforma del sistema de calefacción, en Constructora Rey podemos ayudarte y asesorarte. Para ello, comenzaremos comentando los principales sistemas de calefacción disponibles.
La calefacción es imprescindible para lidiar con las bajas temperaturas. Es por ello que en esta época es muy común pensar en reformar o en instalar una nueva instalación de calefacción para resguardados del frío durante el otoño y en invierno.
Sin embargo, no todas las viviendas necesitan el mismo sistema. La elección de uno u otro dependerá de la ubicación de la vivienda, la climatología y aislamiento, el tamaño y la distribución de la casa, el número de habitantes de esta… Además de tener en cuenta factores económicos, como el consumo.
Los tipos de calefacción se pueden dividir según la fuente de energía (biomasa, geotérmica, solar, eléctrica y gas) o según el aparato o sistema a partir del cual se obtiene el calor (suelo radiante, bomba de aire, eléctrica por acumuladores, eléctrica por convectores, emisores termoeléctricos y calderas con radiadores de agua), entre otros.
Calefacción eléctrica
En este tipo de calefacción, la electricidad es convertida en calor a través de un aparato eléctrico. Se trata del sistema más sencillo y que menos inversión necesita en su instalación. Entre sus principales ventajas, está la producción de calor sin generar ni residuos ni olores, y que sus costes de mantenimiento son bastante escasos. Además, suele ser bastante asequible, aunque las continuas subidas de la luz están haciendo que cada vez lo sea menos. Por otro lado, tampoco es necesario almacenar el combustible encargado de generar el calor, basta con conectar el calefactor cuando se necesite.
Por otro lado, también debemos señalar también que este tipo de calefacción no está especialmente indicado para espacios grandes, ya que el calor que generan no sería suficiente para llenar todo el habitáculo.
Calefacción de gas
Este tipo de sistema de calefacción de gas natural es uno de los más extendidos en los últimos años, sobre todo en las grandes ciudades. Para llevar a cabo su instalación, es necesario colocar los radiadores, además de la caldera. Por ello, se trata de una instalación que conlleva un poco más de inversión y es algo más complicada. Hay que montar un circuito de tubos conectados a una caldera, y por este circuito tendrá que circular el agua, que cuando se calienta (gracias a la caldera) es la encargada de producir calor. Cuando el líquido se queda frío, regresa de nuevo a la caldera para calentarse otra vez.
Por otro lado, este tipo de calefacción requiere una mayor inversión en la instalación pero a la larga resulta uno de los sistemas más económicos, debido al tipo de combustible que se utiliza.
Además, no debemos de olvidar que necesitan un mantenimiento para garantizar un correcto funcionamiento y reducir así el consumo.
Calefacción de suelo radiante
Los sistemas de calefacción por suelo radiante basan su funcionamiento en una red de tubería plástica que, instalada bajo el pavimento y de una capa de mortero, hace circular agua caliente por toda la superficie, lo que provoca que el calor se irradie desde el suelo. En el caso de la calefacción, esto hace que la temperatura del aire a la altura de los pies sea algo superior a la temperatura del aire a la altura de la cabeza, mejorando la sensación de confort.
Se trata del sistema de calefacción que emplea la temperatura de impulsión de agua más baja, por lo que implica un ahorro mayor. Además, no ocupa espacio (ya que va instalada debajo del suelo) y no genera residuos. Sin embargo, debemos señalar que requiere una gran inversión inicial para su instalación, ya que el precio del suelo radiante es mayor que el de otros sistemas, pero la inversión se rentabiliza a corto plazo.
Calefacción mediante bomba de calor
Se trata de un sistema que recoge la energía del aire ambiente. A través de un ciclo de compresión de un gas refrigerante, potencian esa energía hasta más de 4 veces para climatizar la vivienda. Este sistema es altamente eficiente incluso con el aire a una temperatura tan baja como los -20º.
Las bombas de calor aire-agua no necesitan grandes reformas o espacios interiores para su instalación, por lo que son perfectas para la modernización de instalaciones de calefacción existentes, aprovechando incluso los sistemas actuales mediante la hibridación de diferentes tecnologías
La ventaja de usar la bomba de calor reside en su capacidad de suministrar más energía útil (en forma de calor) de la que utiliza para su funcionamiento (energía eléctrica), pudiendo llegar a producir un ahorro del 70% respecto a un sistema de calentamiento tradicional como gas, electricidad o gasóleo.