Calefacción: Instalación y reparación

Cuando el frío llama a tu puerta, la calefacción se adueña de tu casa. Y es que en invierno, no podemos tener mejor aliado que una buena calefacción.

No siempre tenemos el sistema de calefacción que desearíamos. Muchas veces se nos ha vuelto viejo y debemos renovarlo. Cambiar el calentador, nuevos radiadores…

Una instalación nueva no tiene por qué ser integral, puede solamente tratarse de una nueva caldera o unos nuevos radiadores. Todo ayuda a la eficiencia energética en nuestro hogar.

Partes de calefacción

Podemos dividirlo en 3 partes.

• Calentador: Es el lugar donde se produce el calentamiento del fluido (aire o agua). Normalmente, en instalaciones dométicas que no forman parte de una instalación general de un edificio suele ser agua. Es la parte que más problemas da, pero también la parte que puede hacer que nuestro hogar sea, energéticamente, más eficiente.

• Radiador: Es el encargado de calentarse e irradiar el calor a toda la estancia. Antiguamente eran de hierro fundido pero, a medida que han pasado los años, se han ido cambiado por otros materiales más livianos y de igual resistencia.

• Depósito: Lugar donde se acumula todo el material de combustión. Normalmente gas natural, gasóleo o propano. En los últimos tiempos se han popularizado también los «depósitos» eléctricos, también denominados acumuladores.

Tipos de calefacción según su tecnología

Cuando hablamos de tecnología nos referimos, evidentemente, a la diferencia que surge entre distintos tipos de instalaciones. Nos es lo mismo una calefacción de gas propano que una de gasóleo. Hablemos un poco de las más utilizadas:

• Por combustibles: Para instalaciones centralizadas, la opción más utilizada son los combustibles sólidos, líquidos o gaseosos. Como combustible líquido el más utilizado es el gasóleo. Los grandes problemas que surgen con estos sistemas son principalmente dos: la necesidad de una sala específica para el calentador y una salida segura para los aires nocivos. También podremos encontrarnos otros combustibles como: Propano, Butano, Gas Natural, etc…

• Por electricidad: Otra opción es calentar nuestro hogar con energía eléctrica. Uno de los grandes inconvenientes de esta energía es que es excesivamente cara. Este tipo de energía puede resultar económica si aplicamos una bomba de calor en nuestra instalación. De esta manera potenciaremos la eficiencia y abarataremos costes a largo plazo.

• Híbridas: Como su propio nombre indica, combinan ambas tecnologías. Un programa electrónico determina el momento donde la bomba de calor alcanza un buen rendimiento. Esto permite al sistema decidir cuando parar o continuar. Si se necesita elevar la temperatura, la caldera se pondrá en marcha y generará la energía suficiente para seguir funcionando a pleno rendimiento.

Distribución del calor

• Por agua: Es el sistema clásico que se utiliza en la mayoría de las instalaciones. Transporta el agua caliente por tuberías de distinto material: acero, cobre o plásticos de última generación. Estos llegan a los radiadores por medio de estos tubos, donde expulsan el calor y calientan la estancia.

• Por aire: Principalmente se utilizan cuando en una instalación se quieren cumplir 2 requisitos. Calentar y refrigerar. Son sistemas bastante voluminosos  y se construyen de distintos materiales. Es estas instalaciones se suelen utilizar “falsos techos” para la instalación de estos sistemas tan grandes.

• Por agua y aire: Usa un reparto por agua, como una calefacción clásica pero además usa instalaciones de climatización por aire. Es decir, usa un transporte primario para el agua y otro secundario para aire.

Como hemos comprobado, la reparación e instalación de un sistema de calefacción requiere diferentes conocimientos y múltiples tecnologías. Disponer de una preparación específica en estas tecnologías es esencial tanto para un consejo previo al cliente como para una satisfactoria instalación.

En Constructora REy somos especialistas en este tipo de instalaciones, consúltenos si tienes alguna duda:

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